Ocasionalmente, nuestros especialistas en centros técnicos reciben alertas sobre fallos prematuros de una polea guía incluida en los kits de bomba de agua PowerGrip y Powergrip plus de Gates (K015479XS y KP15479XS), compatibles con varios motores Kia y Hyundai de gasolina de 1,4, 1,5 y 1,6 litros. Este artículo le ayudará a evitar este tipo de fallo prematuro en estos casos concretos, a la vez que sirve para ilustrar la importancia general de cumplir una colocación relativa de los elementos del mecanismo tensor adecuada, así como la secuencia y el par de apriete correctos de los pernos de fijación.
Daños en la polea guía
En la mayoría de los casos que llegaron a nuestro conocimiento, el rodamiento de la polea guía había fallado, lo que provocaba daños en la correa, pérdida de sincronización y los consiguientes daños en los componentes del mecanismo de distribución. Como se puede ver en las siguientes fotos, la polea se desmonta por completo durante el proceso (el anillo interior se desprende del anillo exterior, entre otras cosas).
Imagen 1: polea dañada
Sin embargo, al realizar una inspección al detalle, se hizo evidente la verdadera causa del daño. En todos los casos se observaron signos de sobrecalentamiento del rodillo guía (imagen 2), arañazos en la superficie posterior de la correa a lo largo de toda su longitud (imagen 3), así como arañazos típicos en la superficie de trabajo de la polea tensora (imagen 4).
Imagen 2: decoloración de la superficie de la polea guía por sobrecalentamiento
Imagen 3: daños en la parte posterior de la correa
Imagen 4: arañazos en la polea tensora
Resorte apoyado en la polea tensora
Lo importante es que la tensión inicial de la correa durante la instalación la proporciona la fuerza de un resorte (no incluido en los kits), que descansa con un extremo en el elemento estructural del motor, y con el otro, en una orejeta especial del soporte del tensor.
Tras el ajuste de la tensión y después de fijar el tensor con dos pernos, permanece fijo y el resorte no está implicado realmente en el funcionamiento de la transmisión. El fabricante del vehículo no recomienda la sustitución del resorte si no hay daños visibles. Sin embargo, si esta pieza permanece en la misma posición durante cuatro o cinco años, tiende a perder sus características correctas como consecuencia de ello. Por lo tanto, el resorte debe sustituirse, aunque el fabricante del equipo original no lo recomiende.
Además, debe prestar atención a la fijación de los pernos. Si no se fijan, el resorte podría saltar sobre el reborde, lo que hace que el resorte descanse directamente sobre la polea después del procedimiento de instalación, en lugar de sobre la orejeta del tensor. Esto obviamente implica que rozará contra la polea durante el funcionamiento del motor,
lo que genera una fricción grave que provoca daños mecánicos en la polea, así como una enorme cantidad de calor. El calor transferido a la correa hace que la polea guía se caliente, lo que provocará el sobrecalentamiento del rodamiento y fugas de lubricante. Esto, a su vez, se traduce en una generación de calor aún mayor en el rodamiento, con la consiguiente sobrecarga y destrucción.
Preste atención a toda la transmisión
Este caso concreto nos advierte de la importancia de cumplir la posición correcta del resorte (como se muestra en la imagen 5, no debería descansar en la polea), pero también hay lecciones más generales que se desprenden de esto.
Imagen 5: posición correcta del resorte
En cualquier situación de sustitución o instalación, es de suma importancia cumplir la correcta colocación relativa de los elementos del mecanismo tensor, así como hacer lo propio con la secuencia correcta y el par de apriete de los pernos de fijación (como se indica en las instrucciones de instalación digitales).
Además, este caso ilustra que, durante el diagnóstico, es fundamental no solo prestar atención al elemento único de la transmisión con daños visibles, sino también supervisar el estado de todo el sistema y de cada uno de sus elementos.