Debido a la necesidad de fabricar coches con un consumo más eficiente de combustible, los motores más pequeños y más ligeros se han convertido en algo habitual en los vehículos más nuevos, que incorporaron turbocompresores para compensar la pérdida de potencia asociada. De hecho, en torno al 75 % de los vehículos nuevos que se venden en Europa están turboalimentados. El turbocompresor comprime el aire procedente de la atmósfera y lo transporta hasta el motor a través de una serie de mangueras de turbocompresores. En lo que sigue, analizaremos con detalle estas mangueras, cada vez más demandadas en el mercado de recambios debido a que muchos vehículos turboalimentados terminan el período de garantía. Señalaremos también algunos posibles fallos y proporcionaremos consejos para su reemplazo.
Mangueras de turbocompresor de Gates ventajas
En contraposición a las mangueras tradicionales para automóviles, que vienen todas en un caucho negro de EPDM similar, las mangueras de turbocompresor tienen que soportar más calor extremo y deben fabricarse con materiales diferentes dependiendo de la temperatura del entorno en el que trabaja la manguera. Esto significa que las mangueras de turbocompresor están disponibles en silicona, en fluorosilicona, en caucho EPDM o en otro material que cumpla las exigencias que se espera de ellas. Gates ofrecerá siempre una manguera que coincide con el material de la manguera original, lo que resulta fundamental en el sistema turbocompresor, donde las temperaturas del aire pueden alcanzar los 200 °C (392 °F). Preste atención a los proveedores del mercado de recambios que utilizan caucho EPDM estándar en todas las mangueras de turbocompresor, ya que no está diseñado para soportar las demandas de algunas aplicaciones y llevará a un fallo prematuro.
Materiales de la manguera y sus respectivas resistencias térmicas
Además, las mangueras de turbocompresor de Gates son las únicas que vienen con conectores rápidos de serie y con todos los demás componentes necesarios ya montados en ellas. De hecho, la fábrica de Gates que suministra estas mangueras es una de las pocas en el mundo con certificado del fabricante de equipos originales de conectores rápidos para usar su producto.
Posibles fallos de las mangueras de turbocompresor
Las mangueras de turbocompresor pueden fallar de dos formas. En primer lugar, las mangueras de turbocompresor se gastan con el tiempo en los codos de la manguera en los que el aire sale disparado contra la pared antes de desviarse. El aire caliente podría incluso hacer un agujero en el lado de la manguera; en dicho caso, esta ya no puede suministrar aire comprimido del turbocompresor, lo que tiene resulta en una evidente pérdida de potencia.
Otra posibilidad tiene que ver con el hecho de que el aire que va por la manguera a menudo contiene partículas de aceite que se depositan en el interior de la manguera. Con el tiempo, la manguera podría impregnarse de estas partículas de aceite, lo que hace que se ablande y se deslice de su montaje. Asimismo, a medida que la manguera se debilita, aumenta enormemente la posibilidad de que el aire penetre por el revestimiento interior y salga a través de la manguera.
¿Se pueden reutilizar los componentes viejos de una manguera? No.
Gates recomienda sustituir las mangueras principales siempre que haya que sustituir el turbocompresor. Aunque técnicamente es posible
reutilizar los componentes viejos, muy rara vez es buena idea. Si la manguera ya está impregnada en aceite, por ejemplo, va a fallar enseguida.