Imagine lo que sucedería si no se evacuase la presión generada en el motor. Aquí es donde entran en juego los manguitos de respiración del motor: tubos de plástico o goma que llevan los gases de la cámara de combustión desde el motor hasta el sistema de admisión, permitiendo así que los hidrocarburos presentes en estos gases se puedan reutilizar. En las notas siguientes, describiremos tanto la función como la importancia de estos manguitos de respiración, junto con los posibles signos de desgaste que merecen una estrecha atención.
¿Por qué es necesario evacuar los gases de la cámara de combustión?
Tanto los motores de gasolina como los motores diésel generan una presión interna debido a la liberación de pequeñas cantidades de gases de la cámara de combustión en el momento de la compresión y la explosión. Estos gases se deben evacuar por varias razones:
1. La presencia de hidrocarburos degradaría de forma prematura el aceite del motor. Además, las explosiones generan humedad, que posteriormente se deposita en el cárter cuando el motor se enfría. Posteriormente, la bomba absorbería la humedad, lo que afectaría a la lubricación o provocaría un fallo de lubricación en determinados sistemas y ubicaciones.
2. El rendimiento del motor disminuiría, ya que la presión dificultaría el movimiento descendente del pistón.
3. La presión finalmente haría saltar los sellos y las juntas, provocando fugas de aceite.
Evacuación de los gases de la cámara de combustión: los comienzos
Los primeros motores de automóviles evacuaban los gases de la cámara de combustión liberándolos en la atmósfera. Debido a la toxicidad de estos gases, esta técnica dejo de utilizarse pronto en favor de otra solución: evacuar la presión a través de un conducto conectado directamente al colector de admisión en los vehículos atmosféricos o a la entrada del turbo en los vehículos turboalimentados. La válvula de ventilación positiva del cárter (PCV) se introdujo para regular el paso de estos gases.
La revolución: los separadores de aceite
Aproximadamente a principios de siglo, vio la luz un nuevo y revolucionario sistema con separadores de aceite. Estos decantadores condensan el aceite contenido en los gases de la cámara de combustión y lo devuelven al cárter. Esto tenía la ventaja de reducir el consumo de aceite y las emisiones de gas, a la vez que se reducían las necesidades de mantenimiento del motor. Para trasladar los gases desde el motor hasta el sistema de admisión, se utilizan tubos de plástico rígido o de goma: se trata de los manguitos de respiración.
Señales de desgaste en los manguitos de respiración
Con el tiempo, los manguitos de respiración pueden empezar a mostrar signos de desgaste debido al entorno de alta temperatura en el que operan y a los hidrocarburos y el aceite con los que están en contacto de forma continua. En función del material del manguito, pueden producirse diferentes tipos de daños. Los tubos de goma tienden a ablandarse, mientras que los tubos de plástico se endurecen y se vuelven quebradizos.
En los tubos de goma, se debe prestar atención a los siguientes signos:
• daños alrededor de las conexiones o a lo largo de los manguitos
• cualquier acumulación de carbonilla y lodo aceitoso que pudiese causar obstrucciones en el tubo
• codos de conexión blandos (podrían doblarse y obstruir el flujo de gas)
• tubos de goma blanda (podrían provocar fugas de vacío en el punto de conexión)
Con los tubos de plástico, se debe prestar atención a:
• daños en codos y conexiones
• obstrucciones causadas por la carbonilla y los lodos aceitosos
• grietas causadas por las vibraciones del motor
La importancia de contar con recambios en el momento adecuado
Los manguitos de respiración de goma o plástico desgastados se deben sustituir de forma inmediata. Las obstrucciones en el sistema de ventilación de gases del motor aumentarán la presión en el cárter y, en última instancia, provocarán los fallos mencionados anteriormente.
Además, cualquier fisura o rotura en los tubos provocará la liberación de gases tóxicos a la atmósfera. También permitirá que el aire entre en los tubos de admisión, eludiendo el caudalímetro. Esto último degradará la mezcla de aire y gasolina, lo que podría provocar un fallo de encendido del motor. Esto podría provocar un arranque o un ralentí inestable, una aceleración fluctuante o incluso la parada completa del vehículo.
Mejores prácticas
Aunque los manguitos de respiración pueden romperse por sí solas debido a las vibraciones del motor, generalmente fallan después de las manipulaciones propias del mantenimiento o los trabajos de reparación. Hemos visto esto, por ejemplo, en el tubo EMH148 de Gates (una pieza que se encuentra en más de un millón de motores BMW) y en el tubo de goma EMH400 (presente en un millón y medio de motores Opel).
Por lo tanto, recomendamos encarecidamente sustituir los manguitos de respiración por otras nuevas siempre que muestren signos de desgaste o siempre que se manipulen en el proceso de reparación o mantenimiento de un vehículo. Esto le ayudará a evitar riesgos innecesarios o un aumento adicional del tiempo de trabajo y de los costes de mantenimiento. Estas medidas ayudarán a evitar fallos entre los intervalos de mantenimiento, lo que provocaría que el cliente tuviese que realizar costosas reparaciones.