Cuando el propietario de un vehículo se queja de ruidos debajo del capó, es importante determinar de qué tipo de ruido se trata y en qué circunstancias se produce. Así, por ejemplo, la solución para un ruido provocado por una desalineación de una polea seguramente no servirá para acabar con el ruido por deslizamiento causado por una tensión insuficiente.
En cualquier caso, una transmisión ruidosa siempre es síntoma de un problema de funcionamiento, por lo que es importante adoptar las medidas adecuadas para solucionar el problema.
Para poder revisar de manera precisa los indicios de un ruido, es importante que el sistema esté cargado:
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Aire acondicionado y ventilador al máximo
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Luces encendidas
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Ruedas giradas en 3/4 hacia la derecha o la izquierda
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Calefactor de parabrisas encendido
Ruido de la correa
Un
chirrido que aumenta en frecuencia a medida que el motor se revoluciona puede ser el resultado de una vibración de la correa causada por
unas poleas mal alineadas, la principal causa de ruido de las correas. Cuando un tramo de una correa acanalada mal alineada se introduce en las cavas de una polea, el primer contacto se produce únicamente con un lado de la cava. Cuanto mayor sea el ángulo de desalineación, mayor será la longitud de deslizamiento radial que experimentarán los dientes de la correa al insertarse en la polea, lo que provocará vibraciones por fricción o chirridos.
Si se produce un
silbido fuerte al arrancar el vehículo, normalmente es un indicio de una
tensión insuficiente (la segunda causa más habitual de ruido en la correa). Si la tensión no es correcta, la correa resbalará, los flancos se desgastarán y se alisarán, y la correa terminará endureciéndose a causa del «envejecimiento por calor», un proceso conocido también como «alisado». Y cuanto más lisa sea la superficie de los dientes de la correa, más altas serán las probabilidades de que se escuche un silbido.
Asimismo, es posible que una piedra u otro cuerpo extraño penetre en la correa, lo que podría provocar ruidos de
rechinamientos,
repiqueteos o
golpeteos.
No utilice pulverizadores para correas. La pulverización puede silenciar el deslizamiento de la correa, pero el material de la correa absorberá el líquido pulverizado y, una vez seca la superficie del diente, el ruido volverá a aparecer. Además, el pulverizador puede provocar la degradación del compuesto de la correa.
Ruido en el tensor
Un
chirrido o un
traqueteo procedente del tensor puede indicar el desgaste de sus componentes internos y un riesgo de fallo del tensor.
Ruido en la polea
Indicios como un
ruido de golpeteo pueden derivarse también de un problema en los rodamientos del conjunto de poleas. Los daños en los rodamientos normalmente pueden detectarse si se escucha un golpeteo continuo que aumenta a medida que lo hacen las revoluciones del motor. Para localizar el ruido: apague el motor, desmonte la correa y, a continuación, gire manualmente todas las poleas para observar si alguna gira con dificultad, presenta resistencia o vibra.